Los días del 19 al 22 de septiembre 2015 los cubanos con una inmensa alegría prepararon y vivieron la visita del Papa Francisco, quien vino a visitarnos como Misionero de la misericordia, de la ternura de Dios. Vino a compartir la fe y la esperanza para que nos fortalezcamos mutuamente en el seguimiento a Jesús.
El 21 de septiembre el Papa Francisco celebro la Eucaristía en la Plaza de la Revolución de Holguín, situado al oriente de Cuba. Allí tenemos nuestra comunidad las HH. Carmelitas Teresas de San José y otras congregaciones religiosas que junto a la Iglesia Diocesana compartimos experiencias de fe y misión. Este acontecimiento ha marcado nuestras vidas y todo el pueblo cubano: niños, jóvenes, medios de comunicación se desbordaron ante la presencia sencilla y humilde del Santo padre, reflejando adema una paz profunda, su mirada es tierna irradia luz y alegría.
El Papa Francisco al recorrer las calles de Holguín no dejo de sonreír, de saludar y fijar su mirada ante el pueblo de Dios. Los holguineros entre abrazos, cantos y las manos elevadas al cielo repetían a viva voz: ¡No todo está perdido! ¡Somos creyentes! ¡Oramos por usted Santo Padre! ¡Viva la Virgencita de la Caridad! En su recorrido se detuvo en La Catedral San Isidoro para bendecir la imagen de San Juan Pablo II y bendijo la ciudad de Holguín desde la Loma de Cruz lugar significativo para todos los holguineros.
El Papa Francisco en su paso amoroso por la Diócesis de Holguín valoro el esfuerzo y el sacrificio con que la Iglesia en Cuba trabaja, para llevar a todos, aún en los sitios más apartados, la Palabra de Dios. Valoró también las llamadas casa misión, que ante la escases de templos y sacerdotes permiten a tantas personas tener un espacio de oración y escucha de la Palabra de Dios. Nos animó a ser misioneros de la misericordia y del amor infinito de Dios. Que a nadie le falte el testimonio de nuestra fe, de nuestro amor, porque Dios siempre perdona, nos ama y nos quiere con mirada de misericordia.
La Iglesia cubana valoró con gran respeto y admiración la presencia del Santo Padre, el cual, ayudo a afianzar aun más los lazos familiares de los cubanos alejados de su tierra y dentro de Cuba. En estos días diferentes a otros expresión de muchos, se afianzo el cariño y el respeto por la Iglesia Católica, la fe y el amor tan desbordante hacia la Madre, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.
Como comunidad religiosa agradecemos al Señor, esta oportunidad de estar aquí en Holguín y celebrar con todos los holguineros la visita del Papa Francisco y formar parte del coro papal cantando con alegría Misionero de la misericordia, apóstol, de ternura y bondad anúncianos el amor, que no se puede callar. Gracias, Señor.Hna. Leocadia Durán Pérez. ctsj